En esta entrada, Juan José Millán, explica qué es el Test de Goldberg y la importancia de su aplicación en toda evaluación psicopedagógica.

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Qué es el Test de Goldberg y para qué sirve

El Test de Goldberg

El test de Goldberg, también conocido como el cuestionario de Goldberg, es una herramienta creada por el psiquiatra estadounidense Ivan Goldberg en 1993, cuyo objetivo principal es evaluar los niveles de ansiedad y depresión en la población general.

El cuestionario consta de 18 ítems que se agrupan en dos subescalas: una para evaluar la ansiedad y otra para evaluar la depresión. Cada ítem presenta cuatro opciones de respuesta que van desde «nunca» hasta «siempre», y el participante debe seleccionar la que mejor se ajuste a su experiencia personal. Los resultados se interpretan en función de la puntuación total obtenida en cada subescala, donde valores más altos indican niveles más elevados de ansiedad o depresión.

Aunque originalmente fue diseñado como una herramienta de investigación, el test de Goldberg se ha utilizado ampliamente en la práctica clínica y psicopedagógica para evaluar a modo de screening la salud mental de la población general y de aquellos que presentan síntomas específicos de ansiedad o depresión. También se ha utilizado en estudios epidemiológicos para evaluar la prevalencia de estos trastornos en diferentes poblaciones.

La importancia del test de Goldberg radica en su capacidad para evaluar de manera rápida y sencilla los niveles de ansiedad y depresión en una población. Su diseño breve y fácil de administrar lo hace una herramienta útil para la práctica clínica y psicopedagógica, especialmente en situaciones donde se necesita una evaluación rápida y precisa.

La Ansiedad en la Población Infanto Juvenil

La ansiedad es uno de los trastornos más comunes en la población infantojuvenil en España, y su prevalencia e incidencia están aumentando en las últimas décadas. A continuación, se presentan las tasas de prevalencia, incidencia y comorbilidad habituales en ansiedad en la población infantojuvenil en España actualmente:

  • Prevalencia: Según datos de la Encuesta Nacional de Salud Infantil y Adolescente (ENSE 2017), la prevalencia de trastornos de ansiedad en la población infantojuvenil en España oscila entre el 5% y el 20%, dependiendo del tipo de trastorno de ansiedad y la edad de la población. Los trastornos de ansiedad más comunes en la población infantojuvenil son el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno obsesivo-compulsivo y el trastorno de ansiedad por separación.
  • Incidencia: Aunque no existen datos concretos sobre la incidencia de trastornos de ansiedad en la población infantojuvenil en España, se ha observado un aumento en las tasas de incidencia en las últimas décadas. Se estima que el 70% de los casos de trastornos de ansiedad en la población adulta tienen su inicio en la infancia o adolescencia, lo que sugiere que la detección y el tratamiento tempranos son cruciales para prevenir el desarrollo de trastornos de ansiedad a lo largo de la vida.
  • Comorbilidad: La ansiedad en la población infantojuvenil a menudo se presenta en combinación con otros trastornos mentales, como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el trastorno del espectro autista (TEA), el trastorno depresivo mayor y el trastorno de conducta. Según estudios recientes, la comorbilidad entre trastornos de ansiedad y otros trastornos mentales en la población infantojuvenil en España puede llegar al 70%.

En resumen, la ansiedad es un trastorno común en la población infantojuvenil en España, con una prevalencia que oscila entre el 5% y el 20%. El tratamiento temprano y la detección precoz son cruciales para prevenir el desarrollo de trastornos de ansiedad a lo largo de la vida. Además, la ansiedad a menudo se presenta en combinación con otros trastornos mentales, lo que destaca la importancia de una evaluación exhaustiva y un tratamiento integral en la población infantojuvenil.

La Depresión en la Población Infanto Juvenil

La depresión es una alteración con un diagnóstico e identificación difícil en la población infantil y juvenil debido a la diversidad de síntomas que pueden presentar los niños y adolescentes. Te cuento algunos datos al respecto:

  • Prevalencia: Según datos de la Encuesta Nacional de Salud Infantil y Adolescente (ENSE 2017), la prevalencia de trastornos depresivos en la población infantojuvenil en España oscila entre el 2% y el 8%, dependiendo de la edad y el género de la población. Los trastornos depresivos más comunes en la población infantojuvenil son el trastorno depresivo mayor y el trastorno distímico.
  • Incidencia: Aunque no existen datos concretos sobre la incidencia de trastornos depresivos en la población infantojuvenil en España, se ha observado un aumento en las tasas de incidencia en las últimas décadas. Se estima que el 50% de los casos de trastornos depresivos en la población adulta tienen su inicio en la infancia o adolescencia, lo que sugiere que la detección y el tratamiento tempranos son cruciales para prevenir el desarrollo de trastornos depresivos a lo largo de la vida.
  • Comorbilidad: La depresión en la población infantojuvenil a menudo se presenta en combinación con otros trastornos mentales, como el trastorno de ansiedad, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el trastorno del espectro autista (TEA) y el trastorno de conducta. Según estudios recientes, la comorbilidad entre trastornos depresivos y otros trastornos mentales en la población infantojuvenil en España puede llegar al 70%.
  • Dificultad del diagnóstico: El diagnóstico de la depresión infantil y juvenil puede ser difícil debido a que los niños y adolescentes pueden manifestar síntomas diferentes a los de los adultos, como irritabilidad, rabia, bajo rendimiento escolar, problemas de conducta, somatizaciones y cambios en los patrones de sueño y alimentación. Además, los niños y adolescentes pueden tener dificultades para expresar sus emociones y pensamientos de manera clara y precisa, lo que puede dificultar la evaluación clínica.

La depresión es un trastorno común en la población infantojuvenil en España, con una prevalencia que oscila entre el 2% y el 8%.

¿Por qué aplicamos siempre el Test de Goldberg a nuestros Escolares?

El suicidio es una de las principales preocupaciones en la población infantojuvenil en España, ya que se ha convertido en la principal causa de muerte no natural niños y adolescentes. De hecho, desde 2009 las muertes por suicidio han superado a las muertes por accidente de tráfico en esta población (INE, 2021) motivo por el que, dada su compleja identificación, no podemos pasar por alto ningún indicador, y con la elevada incidencia y prevalencia, no podemos descuidar este aspecto ya que se trata de una situación alarmante que requiere de una identificación inmedia.

Los datos sobre la prevalencia del suicidio en la población infantojuvenil en España son preocupantes. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2019 se registraron 109 suicidios en menores de 20 años en España, lo que representa una tasa de 1,1 suicidios por cada 100.000 habitantes en niños y adolescentes (INE, 2021). Además, se ha observado un aumento en la tasa de suicidio en la población juvenil en los últimos años (Córdoba et al., 2019).

Es importante destacar que el suicidio en la población infantojuvenil no es un problema aislado, sino que está relacionado con otros problemas de salud mental, como la depresión, la ansiedad, el acoso escolar, el abuso de sustancias y otros trastornos mentales (Vicente et al., 2016). Por lo tanto, es necesario abordar estos problemas de manera integral y proporcionar atención psicológica y psiquiátrica adecuada a los jóvenes que lo necesiten.

La evaluación de los aspectos relacionados con el riesgo de suicidio en la población infantojuvenil es esencial para prevenir y abordar este problema.

En Área 44 estamos muy sensibilizados con esta problemática, y no podemos dejar de aplicar estas herramientas para la identificación inicial.

Evaluación específica de la Ansiedad

Si en la aplicación del test del Goldberg encontramos indicadores de Ansiedad Generalizada, aplicamos otras pruebas como ampliación, entre ellas destacamos:

  1. Escala de Ansiedad Infantil-Revisada (STAIC-R): Esta escala de evaluación de la ansiedad fue desarrollada por Spielberger y otros en 1973 y revisada en 1991. Consiste en dos subescalas, una para evaluar la ansiedad estado (situacional) y otra para evaluar la ansiedad rasgo (crónica). La STAIC-R ha sido validada en niños de 6 a 14 años y es ampliamente utilizada.
  2. Inventario de Ansiedad Infantil de Spence (SCAI): Este inventario de evaluación de la ansiedad fue desarrollado por Spence en 1998 y consta de 38 ítems que evalúan la ansiedad en tres subescalas: ansiedad de separación, ansiedad social y ansiedad generalizada. El SCAI ha sido validado en niños y adolescentes de 8 a 15 años.
  3. Escala de Ansiedad Manifiesta en Niños (CMAS): Esta escala de evaluación de la ansiedad fue desarrollada por Reynolds y Richmond en 1978 y consta de 37 ítems que evalúan la ansiedad en niños de 6 a 19 años.
  4. Cuestionario de Ansiedad Infantil (CAI): Este cuestionario de evaluación de la ansiedad fue desarrollado por Silverman y Albano en 1996 y consta de 41 ítems que evalúan la ansiedad en niños y adolescentes de 7 a 17 años.
  5. Escala de Ansiedad de Aprendizaje Escolar (LAS): Esta escala de evaluación de la ansiedad fue desarrollada por García-López y otros en 2001 y consta de 28 ítems que evalúan la ansiedad en niños y adolescentes en el contexto escolar.

Evaluación Específica del Estado de Ánimo

Nuevamente, ante indicadores evidentes en el Test de Goldberg de alteraciones anímicas, aplicamos escalas que nos permitan valorarlo con más profundidad. Entre ellas destacamos:

  1. Inventario de Depresión Infantil de Kovacs (CDI): Este inventario fue desarrollado por Kovacs en 1985 y consta de 27 ítems que evalúan la depresión en niños y adolescentes de 7 a 17 años. .
  2. Escala de Depresión Infantil de Reynolds (RADS): Esta escala de evaluación de la depresión fue desarrollada por Reynolds en 1989 y consta de 30 ítems que evalúan la depresión en niños y adolescentes de 6 a 17 años.
  3. Escala de Evaluación de la Depresión Infantil (CDS): Esta escala fue desarrollada por Poznanski y Mokros en 1996 y consta de 20 ítems que evalúan la depresión en niños y adolescentes de 6 a 18 años.
  4. Escala de Depresión Infantil de Birleson (DISC): Esta escala de evaluación de la depresión fue desarrollada por Birleson en 1981 y consta de 35 ítems que evalúan la depresión en niños y adolescentes de 6 a 16 años.
  5. Inventario de Depresión Infantil-Revisado (CDI-R): Esta escala de evaluación de la depresión fue desarrollada por Kovacs en 1992 y consta de 17 ítems que evalúan la depresión en niños y adolescentes de 7 a 17 años.

Derivación a Salud Mental

La derivación a Salud Mental es importante si aparecen indicadores de ansiedad generalizada o de depresión ya que pueden constituir trastornos graves que pueden afectar el bienestar emocional, social, académico y físico de los niños y adolescentes.

Por ejemplo, la ansiedad generalizada no tratada puede afectar el rendimiento escolar, las relaciones sociales y el bienestar emocional. Los niños y adolescentes con ansiedad generalizada pueden presentar síntomas como nerviosismo, preocupación excesiva, miedo y evitación de situaciones sociales, lo que puede afectar su capacidad para participar en actividades cotidianas.

De manera similar, la depresión en niños y adolescentes puede afectar su bienestar emocional, su rendimiento escolar y sus relaciones sociales. Los niños y adolescentes con depresión pueden presentar síntomas como tristeza, pérdida de interés en actividades, alteraciones en el sueño y el apetito, sentimientos de inutilidad y baja autoestima.

Es importante destacar que la ansiedad generalizada y la depresión en niños y adolescentes son tratables. Los profesionales de la salud mental pueden ayudar a los niños y adolescentes a identificar y abordar sus síntomas, y pueden trabajar con las familias y otros cuidadores principales para apoyar su bienestar emocional. Por lo tanto, la derivación a psiquiatría o entornos clínicos es esencial para garantizar que los niños y adolescentes reciban el tratamiento adecuado y oportuno para sus síntomas de ansiedad generalizada o depresión.

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Es importante estar atentos a los signos y síntomas de ansiedad y depresión en nuestros hijos, ya que pueden tener un impacto significativo en su bienestar emocional, social, académico y físico. En muchas ocasiones, los niños y adolescentes no saben cómo expresar sus emociones o no se sienten cómodos hablando de sus sentimientos, lo que puede dificultar la detección temprana de estos trastornos.

Por esta razón, es fundamental estar informados acerca de los signos y síntomas de ansiedad y depresión en niños y adolescentes, así como de los recursos y opciones de tratamiento disponibles. Si notamos que nuestros hijos presentan indicios de ansiedad o alteración del estado de ánimo, es importante buscar ayuda profesional para obtener una evaluación adecuada y un tratamiento efectivo.

Psicopedagogos en Madrid

Si notas que tus hijos presentan síntomas de ansiedad o depresión, es importante buscar ayuda profesional de inmediato. No debes subestimar el impacto que estos trastornos pueden tener en su vida y debes brindarles el apoyo que necesitan para superar estas situaciones.

En nuestro equipo encontrarás al profesional que necesitas para identificar esta problemática y darte la respuesta más apropiada.

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Artículo escrito por Juan José Millán.

Juan José MIllán Estañ

Juan José Millán es Diplomado en Magisterio, Licenciado en Psicopedagogía y Máster en Neuropsicología Infantil.

Lleva a cabo tareas de Evaluación Psicopedagógica y creación de contenidos en el Podcast Educativo, en su Web personal y en YouTube.