Lo mismo ocurre en el caso del proceso atencional que, influyen en el rendimiento académico ayudando a discriminar qué sentidos debes utilizar en cada momento teniendo en cuenta tu estilo de aprendizaje.
Si por ejemplo, tienes un estilo de aprendizaje visual, con el paso del tiempo habrás aprendido que debes focalizar tu atención en el sentido de la visa, ya que este te ayudará a almacenar toda la información y estará a su vez vinculado al tipo de memoria, en este caso visual.
Gracias a esto podrás elaborar las herramientas que te ayuden a mejorar tu rendimiento escolar.
Siguiendo con el ejemplo, a una persona con este estilo de aprendizaje, le ayudará el uso de mapas conceptuales, esquemas y todo tipo de recursos visuales que le permitan comprender y recordar aquello que desea aprender.
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