Siempre que presentamos el concepto de integración auditiva en una primera entrevista con las familias o en la devolución de un informe de evaluación, es habitual escuchar que «mi hijo oye bien», o que «ya le hemos llevado al Otorrino y no tiene problemas de audición». Efectivamente, este un primer paso esencial: descartar base orgánica, no obstante, la respuesta a ¿qué es la integración auditiva? va más allá de una audición apropiada, nos indica la capacidad que tenemos las personas para comprender lo que estamos escuchando y dar sentido a lo escuchado, es decir, la capacidad para procesar lo escuchado.
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¿QUÉ ES LA INTEGRACIÓN AUDITIVA?
La integración auditiva está detrás de un porcentaje elevado de dificultades escolares. Si bien es cierto que rara es la vez que ésta es la única responsable de los problemas de aprendizaje, también podemos afirmar con una rotundidad similar que en la mayor parte de estudiantes con dificultades escolares, observamos algún aspecto mejorable o inapropiado en el rendimiento de la integración auditiva, es decir, en el procesamiento de la información oral.
La causa de que muchos de los estudiantes que, además del concurso de otros factores, presentan dificultades en la integración auditiva presenten problemas de rendimiento escolar es muy sencilla y evidente. Uno de los componentes esenciales en el día a día de las escuelas es, muy a pesar de la mayor parte de todos los que nos dedicamos a aspectos educativos, el discurso del docente. Mucha información esencial se ofrece verbalmente, tanto en lo referente al contenido de las materias como en lo referente a fechas, materiales necesarios para llevar a clase al día siguiente, deberes, etc.
DEFINIENDO LA INTEGRACIÓN AUDITIVA
Si quisiéramos ofrecer una definición sencilla, a nivel general, podríamos indicar que la integración auditiva es un proceso, complejo, que se lleva a cabo en diferentes zonas de la corteza cerebral (corteza auditiva, áreas del lenguaje, lóbulo frontal…) que nos sirve para dar un sentido a lo escuchado.
Si entramos en el campo más enfocado en la comprensión directa y sencilla del concepto, podríamos indicar que los escolares con dificultades en la integración auditiva ofrecerán dos dificultades en concreto:
- Dificultades marcadas de integración auditiva: el escolar tendrá que hacer un esfuerzo para dar sentido a lo escuchado: primero sonidos, posteriormente sílabas, luego palabra y finalmente frases. Posteriormente irá procesando gradualmente un porcentaje menor al 75% de lo escuchado, pero perderá al menos el 30% de lo comentado a continuación por encontrarse inmerso en el proceso de comprensión de lo escuchado inicialmente.
- Dificultades superficiales: en este caso, no encontraremos una dificultad tan acusada como la descrita anteriormente, aunque el escolar, presentará problemas de cara al continuo de lo escuchado, es decir, tendrá problemas para decidir qué parte de lo escuchado está segmentado y qué parte esta unido, cometiendo habituales errores en el procesamiento relacionados con agregados y separaciones, lo que se traducirá en un conglomerado de confusiones e interpretaciones erróneas.
¿CÓMO PUEDO SABER SI MI HIJO TIENE DIFICULTADES DE PROCESAMIENTO AUDITIVO?
En muchas ocasiones podemos tener esta sospecha, muchas veces observamos dificultades a partir de:
- Complicación para que nuestros hijos sigan instrucciones. En muchos casos las familias nos cuentan que es como si no escucharan o no comprendieran lo que les dicen.
- Reacciones o respuestas descontextualizadas. Te recomendamos que veas el vídeo que encontrarás a continuación para ver algunos ejemplos reales muy gráficos (te animamos a que te suscribas al canal para no perderte ninguna información al respecto).
- Pérdida gradual de la actividad expuesta verbalmente: Tras una serie de indicaciones, o procesos expuestos para que nuestros hijos lleven a cabo, observamos que sólo ejecutan las primeras indicaciones presentadas, y cada vez de forma más incompleta, hasta que llega un punto en el que esas instrucciones no se finalizan.
- Cuentos, historias y relatos: es de gran utilidad, y por eso se usa como parte de la evaluación de la integración auditiva, que niños con problemas en el procesamiento auditivo pierdan parte del contenido esencial expuesto oralmente, así com gran parte del contenido accesorio, por lo que la información obtenida oralmente, siempre les dejará lagunas, detalles importantes en el tintero, y aspectos de no gran relevancia, pero si importantes para comprender lo expuesto, totalmente omitidos.
¿PUEDEN SOLUCIONARSE ESTAS DIFICULTADES?
Sí. Rotundamente. Lo primero es descartar base orgánica, por lo que efectivamente se debe llevar a cabo una revisión de ORL, en la que resultará de especial interés la aplicación de diferentes pruebas, entre ellas la logoaudiometría. Posteriormente, otro de los pasos importantes es que la evaluación de las dificultades de aprendizaje de su hijo sea llevada a cabo por un profesional con amplias miras y con conocimiento exhaustivo de las dificultades de aprendizaje. Este aspecto es de gran importancia, pues en muchos casos observamos que muchos escolares son etiquetados como estudiantes con TDAH, cuando en realidad es un problema de procesamiento auditivo.
Posteriormente, será de gran interés valorar dificultades en otros campos. En muchas ocasiones observamos tiempos de velocidad de procesamiento por debajo de lo esperado para el grupo normativo del escolar, dificultades en la escritura, especialmente en la dictada, son frecuentes también algunas dificultades relacionadas con la escritura espontánea y no en la copia, así como problemas en la comprensión lectora.
Posteriormente, una vez detectadas estas dificultades, existen una gran cantidad de ejercicios y tareas sencillas para llevar a cabo en el proceso de intervención, que generan una buena reeducación de la integración auditiva y que permiten sortear estas dificultades.