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5 Juegos para mejorar la Atención hasta los 7 años
¿Por qué usar la tecnología con escolares con Dificultades de Aprendizaje?
En los últimos años, el desarrollo de las nuevas tecnologías se ha ido incrementado notablemente en ámbitos como la psicología y la educación. Los métodos en los procesos de enseñanza-aprendizaje han evolucionado gracias a la integración y al apoyo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), tal como puede verse con estos 5 juegos para mejorar la atención hasta los 7 años.
Los recursos tecnológicos son de gran utilidad para trabajar con alumnado que presenta dificultades específicas de aprendizaje (DEA), dificultades en la comunicación o trastornos por déficit de atención, ya que estos permiten el desarrollo y la mejora del aprendizaje de una forma lúdica e intuitiva, pudiendo llevar consigo mejoras en la motivación y en la autoestima.
Además, la variedad en el tipo de TIC (Páginas web, juegos, Apps…) ofrece a las familias la posibilidad de acceder a un numeroso banco de herramientas y recursos con los que los niños y niñas podrán trabajar de diferentes formas.
5 juegos para mejorar la Atención hasta los 7 años
Una de las posibilidades que nos ofrece la tecnología es su aplicación para trabajar la mejora de la atención. Para ello existen muchos tipos de juegos que varían su complejidad en función de la edad.
A continuación, os dejamos 5 juegos para alumnado de hasta 7 años:
- Juegos visuales: a través del trabajo de la discriminación y asociación visual y la percepción de diferencias y similitudes en dibujos, el niño o la niña estimula la atención, orientación espacial, monitorización, control, planificación y concentración. Además, fomenta el reconocimiento y la interpretación de estímulos visuales. La aplicación de este tipo de juegos en edades tempranas posibilita prevenir la aparición de dificultades en el futuro.
Dentro de estos podemos encontrar los de buscar las 7 diferencias, encontrar el dibujo diferente, relacionar unos dibujos con otro, etc.
- Laberintos: estos juegos permiten la estimulación cognitiva, trabajando la atención y el desarrollo de otras habilidades como la motricidad fina, la orientación, la memoria visual y la percepción.
Son recursos fáciles de encontrar y pueden estar adaptados a la edad y los intereses del menor.
- Juegos de parejas: son recursos de descubrimiento que posibilitan el trabajo de la memoria, atención, planificación, observación y la capacidad de análisis de los más pequeños. Así mismo, a través de estos juegos se potencia la identificación y reconocimiento de semejanzas, despertando su curiosidad y haciéndoles partícipes activos de la actividad. Entre estos podemos encontrar juegos como el dominó o encontrar parejas de cartas, entre otros.
- Rompecabezas-Puzles: este tipo de juegos son muy completos ya que potencian una gran variedad de destrezas. Por un lado, trabaja la atención y la concentración a la vez que se desarrolla el razonamiento perceptivo, la coordinación óculo-manual, la resolución de problemas y las habilidades espaciales. Por otro lado, potencia la competencia emocional, la gestión de la frustración y la paciencia.
- Juegos de conceptos básicos: permiten el desarrollo lógico de los niños y niñas. A través de estos, podrán adquirir un gran número de competencias, ampliando, comprendiendo y reflexionando sobre conceptos de su aprendizaje diario. De esta manera además de trabajar conceptos básicos (espaciales, de cantidad, etc.) desarrollan la atención y dependiendo de la actividad la lateralidad.
Consejos para controlar el uso de pantallas en menores.
Actualmente vivimos en la era digital en la que la tecnología forma parte de la vida de los menores y aunque puede generar muchos beneficios en ellos, hay que educar en el buen uso de las TIC. Algunas de las pautas a tener en cuenta son las siguientes:
- Educar en el buen uso de la tecnología: muchos de los niños y niñas desde pequeños ya tienen adquiridos un gran dominio de las TIC por lo que debemos enseñarles a usar los diversos dispositivos de una manera adecuada.
Desde el ámbito familiar se pueden llevar a cabo algunas pautas como la regulación en los tiempos de uso, la aplicación de medidas en el acceso a los dispositivos como huella digital o contraseña privada; límites de acceso a ciertos contenidos, etc.
- Fomento de actividades sin pantallas: es muy importante promover la realización de diferentes tipos de actividades en las que no se incluyan pantallas, como puede ser hacer deporte, pasear por la naturaleza, pasar tiempo en familia, con amigos, etc. Este tipo de actividades potencia el vínculo y la interacción social del niño con su entorno.
Debemos ser conscientes de que la exposición reiterada de pantallas puede afectar en aspectos como la atención, el sueño, las habilidades sociales e interpersonales, la comunicación o la conducta.
- No usar las TIC para calmar a los niños y niñas: en muchas ocasiones tendemos a usar los dispositivos como una herramienta para tranquilizar o entretener al menor en situaciones de rabietas, llantos, etc.
Es importante distinguir las funciones que tiene la tecnología y no recurrir a ellas para conseguir que el niño realice una actividad concreta o para evitar la rabieta, ya que puede dificultar la gestión emocional y potenciar la frustración de este.
- Conocer los aspectos negativos: un aspecto fundamental es tener siempre presente que un uso excesivo e incontrolado de la tecnología puede acarrear en los más pequeños problemas de adicción hacia los dispositivos, ansiedad, impulsividad o nerviosismo y conductas disruptivas.
Sin duda, la tecnología puede ser muy positiva en el proceso de enseñanza-aprendizaje de los niños y niñas, siempre que estas se utilicen de una manera adecuada y responsable.
Artículo escrito por
Carla Cortés
Pedagoga y Psicopedagoga
Carla Cortés es Pedagoga y Psicopedagoga. Desarrolla tareas de Intervención Psicopedagógica y Apoyo Escolar.