Y es que en muchas ocasiones es lo que sucede: se presenta una situación, un pensamiento o una emoción inesperada y nos sorprende dejándonos totalmente fuera de juego, con lo que nuestros pensamientos comienzan a ir rápido y de forma desordenada, lo que nos lleva a generar ansiedad y es muy probable que llevemos a cabo conductas inesperadas y que seguramente, tras reflexionar sobre lo acontecido, llegamos al pensamiento de que si volviera a sucederse la misma situación, jamás reaccionaríamos del mismo modo.