En esta entrada, Juan José Millán, nos habla sobre El miedo Infantil.

En esta entrada encontrarás algunos consejos prácticos sobre cómo ayudar a tus hijos a enfrentar y superar sus miedos, descubriendo cómo se originan, qué diferencia existe entre un miedo adaptativo y uno desadaptativo y cómo podemos ser un apoyo para ellos durante este proceso emocional.

El Miedo Infantil

Como padres, queremos lo mejor para nuestros hijos y verles contentos, felices y libres de miedo es uno de nuestros mayores deseos. Pero a veces, no sabemos cómo ayudarles a enfrentar sus miedos y esto, realmente, puede ser desesperante. ¿Te sientes mal viendo cómo el miedo de tu hijo afecta tu vida diaria y dificulta la suya? ¿Te preocupa que su miedo pueda afectar a su desarrollo emocional y social a largo plazo? Si es así, es hora de tomar acción. En esta entrada, encontrarás información valiosa y consejos prácticos para ayudarte a solucionar el miedo de tu hijo y brindarte la confianza que necesitas para enfrentar sus miedos con éxito. Descubre cómo puedes ayudar a tu hijo a superar sus miedos de una vez por todas.

¿Qué es el Miedo?

El miedo es una emoción normal y necesaria que experimentamos como respuesta a una amenaza real o percibida. Es una reacción de defensa que nos ayuda a protegernos ya mantenernos a salvo.

El miedo puede manifestarse de diferentes maneras, con reacciones fisiológicas como un aumento del ritmo cardíaco, sudoración, tensión muscular, entre otros. Estas respuestas corporales están diseñadas para prepararnos para huir o enfrentar la amenaza.

A veces, el miedo puede ser excesivo o inapropiado en relación a la situación, lo que puede interferir en nuestra vida cotidiana y en nuestra capacidad para disfrutar de las cosas. En estos casos, es importante contactar con un especialista para conocer si es preciso trabajar de forma profesional en dichos miedos.

En general, es importante recordar que el miedo es una respuesta normal y necesaria. Cuando el miedo dificulta o interrumpe nuestro día a día, es posible aprender a manejarlo de manera efectiva para que no interfiera en nuestra vida. 

¿Qué siente un niño al experimentar miedo?

Cuando un niño siente miedo, pueden experimentar una variedad de sensaciones fisiológicas y otras de componente emocional. Te cuento las más habituales:

• Ansiedad: una sensación de tensión o preocupación incómoda o intensa
• Palpitaciones: un aumento del ritmo cardíaco o la sensación de latidos fuertes en el pecho
• Sudoración: una sensación de sudoración o humedad en la piel
• Tensión muscular: una sensación de tensión o rigidez en los músculos
• Náuseas: una sensación de malestar estomacal o ganas de vomitar
• Temblores: una sensación de temblor o temblor en el cuerpo
• Dificultad para respirar: una sensación de ahogo o falta de aire
• Llanto: una respuesta emocional de llorar o llorar, muy frecuente cuando no comprendemos bien la situación que estamos viviendo.

Además de estas respuestas físicas, los niños también pueden experimentar una variedad de emociones cuando sienten miedo, como tristeza, soledad, frustración o enojo. Estos sentimientos pueden ser intensos y abrumadores, especialmente si el niño no entiende por qué están sintiendo miedo o si no tienen una manera segura y útil de expresarlo.

Es importante que, cuando aparezca el miedo, podamos ofrecer un ambiente seguro y acogedor para ayudar a los niños a manejarlo, ofreciendo apoyo emocional, validación de sentimientos y la ayuda para encontrar maneras efectivas y útles de lidiar con el miedo.

Miedos Infantiles habituales por edades

Los miedos y temores comunes en la población infantil varían según la edad y el desarrollo del niño. A continuación, te describo algunos de los miedos más comunes en diferentes grupos de edad:

• Niños de 2 a 4 años: a esta edad, los niños a menudo tienen miedo a los monstruos, a la oscuridad ya estar solos. También pueden tener miedo a los ruidos fuertes o a los cambios en el entorno.
• Niños de 5 a 7 años: a medida que los niños entran en la edad escolar, pueden comenzar a tener miedo a situaciones más abstractas, como la muerte, la enfermedad o la separación de sus padres. Tambien pueden tener miedo a los castigos en el aula, o a ser juzgados por sus iguales.
• Niños de 8 a 11 años: a esta edad, los niños pueden tener miedos relacionados con la identidad, como el miedo a no ser aceptados por los demás oa no ser lo suficientemente buenos en algo. También pueden tener miedo a situaciones sociales, como hablar en público o tener que hacer nuevos amigos.
• Adolescentes: los adolescentes pueden tener miedos relacionados con el futuro, como el miedo a no tener éxito en la escuela, o el miedo a no ser capaz de mantener relaciones saludables

Miedo adaptativo Vs Miedo Desadapatativo

El miedo puede ser adaptativo o desadaptativo, dependiendo de cómo afecta el comportamiento y la vida cotidiana de una persona.

El miedo adaptativo es una respuesta normal y necesaria que ayuda a proteger a las personas de situaciones potencialmente peligrosas o amenazantes. Por ejemplo, el miedo a los perros puede ser adaptativo si se trata de un perro salvaje o agresivo. Este tipo de miedo puede ayudar a una persona a evitar situaciones potencialmente peligrosas ya estabilizar a salvo.

Por otro lado, el miedo desadaptativo es una respuesta exagerada o inapropiada a situaciones que no son realmente peligrosas o amenazantes. Por ejemplo, un miedo extremo a los perros puede ser desadaptativo si impide que una persona lleve a cabo actividades cotidianas, como caminar por un parque, o si causa ansiedad o evitación excesivas.

El término «adaptativo» se refiere a algo que es positivo o que ayuda a una persona a funcionar mejor oa adaptarse a su entorno. Por otro lado, el término «desadaptativo» se refiere a algo que es negativo o que impide que una persona funcione o se adapte de manera efectiva a su entorno.

Qué hacer desde casa cuando nuestros hijos tienen miedo

Si tu hijo está experimentando miedo, hay algunos consejos que puedes seguir para ayudarle a sentirse mejor y a superar su miedo:

1. Valida sus sentimientos: Valida y reconoce los sentimientos de miedo de tu hijo y hazle saber que es normal sentir miedo en ciertas situaciones. Esto le ayudará a sentirse comprendido ya confiar en sus propios sentimientos. Regañarle por tener miedo o increparle por ello, no es una forma útil de gestionar la situación. Le producirá más inseguridad y, por tanto, facilitará la aparición de nuevos miedos.
2. Habla con él: Habla con tu hijo sobre sus miedos y escucha atentamente lo que tiene que decir. Este diálogo le ayudará a procesar sus sentimientos ya comprender mejor lo que está pasando.
3. Información: Si tu hijo tiene miedo a algo en particular, proporciona información clara y precisa para ayudar a comprender mejor la situación. En este punto podremos ver si se trata de un miedo racional o irracional. Esta semana en el Podcast Educativo, en la versión exclusiva de Telegram, podrás escuchar diferentes aspectos sobre los miedos racionales e irracionales.
4. Entrénale en técnicas de relajación: Enseña a tu hijo técnicas de relajación, como la respiración profunda o la visualización, para ayudar a manejar su ansiedad y miedo. Siempre puedes recurrir a profesionales para que te enseñen cómo hacerlo si no te sientes con herramientas para hacerlo por tu cuenta.
5. Fomenta la confianza en sí mismo: Es muy importante que refuerces siempre que puedas a tu hijo para que pueda confiar en sus propias habilidades y a enfrentar sus miedos de manera gradual. Celebrar sus logros le ayudará a construir confianza en sí mismo.
6. Crea un ambiente seguro: Haz que tu hijo se sienta seguro y protegido proporcionándole un ambiente emocionalmente seguro.
7. Busca ayuda profesional: te cuento, a continuación, los principales aspectos a valorar para buscarla.

Criterios para buscar ayuda profesional 

Si tu hijo experimenta miedo o ansiedad que parece ser desadaptativa o que interfiere en su vida diaria, es posible que sea necesario consultar a un especialista. Aquí hay algunos aspectos a observar que pueden indicar la necesidad de una evaluación más detallada:

1. Duración: Si el miedo o la ansiedad persisten por un período prolongado de tiempo, existen miedos muy específicos que duran uno o dos días, incluso tal vez una semana. O ciertos temores recurrentes que vienen y van. Si el miedo es permanente y constante o se prolonga durante más de 3 semanas sería conveniente que consultaras cion un especialista.
2. Intensidad: Si el miedo o la ansiedad son intensos y afectan a la vida diaria del niño, es importante considerar una evaluación por parte de un profesional.
3. Conductas de Evitación: Si el niño evita situaciones o actividades debido a su miedo o ansiedad, muy probablemente sea un miedo que debe ser valorado y tratado por un especialista.
4. Interferencia en el rendimiento escolar o social: Si el miedo o la ansiedad están influyendo en el rendimiento escolar o social del niño, es importante considerar una evaluación por parte de un especialista.
5. Cambios en el comportamiento o en el estado de ánimo: Si el miedo o la ansiedad están acompañados de cambios significativos en el comportamiento o el estado de ánimo del niño, es posible que sea necesario buscar ayuda.

Si has identificado alguna de las indicaciones que te he ofrecido en este artículo como requisitos para contactar con un especialista, llámanos y descubre cómo podemos ayudaros a solucionar los miedos de tu hijo y brindarle la confianza que necesita para enfrentar la vida con felicidad. No dejes que el miedo de tu hijo afecte su vida diaria. ¡Dale a tu hijo la oportunidad de vivir una vida sin miedo!

Es importante tener en cuenta que los miedos y la ansiedad son parte normal del desarrollo, y que algunos miedos y situaciones de ansiedad pueden ser adaptativos y no requieren tratamiento. Sin embargo, si el miedo o la ansiedad parecen surgir en la vida diaria del niño, es importante considerar una evaluación con un especialista.

Artículo escrito por Juan José Millán.