Bases Psicopedagógicas de la escritura: la motricidad

Un proceso esencial que no puede pasar por alto.

A muchos adultos, el proceso de aprendizaje escritor nos resulta algo elemental que todo escolar debe adquirir. En muchas ocasiones lo percibimos como algo único: «mi hijo sabe escribir» o «mi hijo no sabe escribir». Sin embargo, este proceso es mucho más complejo y abarca diferentes áreas y campos que deben trabajarse de forma independiente para lograr una escritura apropiada tanto en contenido como en forma. 

Vamos a tratar algunos de los aspectos esenciales relacionados con las bases psicopedagógicas de la escritura a fin de conocer qué campos se encuentran por detrás de todo proceso escritor.

MOTRICIDAD

La motricidad es realmente clave en todo este aspecto. Al inicio del trabajo, hemos de iniciar con actividades de motricidad gruesa entre las que no deben faltar los dibujos  de formas en la pizarra, en papel continuo en el suelo, hacer formas con los brazos en el aire, dibujar formas con los pies… 

Posteriormente, según avanzamos en el trabajo a nivel grueso, vamos segmentando la motricidad con pasos graduales de cara al trabajo de la motricidad fina. Siempre es esencial ofrecer ciertas garantías motrices de cara a dicha habilidad. Desde el trabajo con punzones, hasta colorear dibujos pequeñitos, trabajar con pinzas para recoger pequeños objetos como pelotas de algodón, bolitas de plástico. También podemos recoger los cartones de los rollos de papel de cocina e invitar a los niños que coloquen varias gomas elásticas alrededor de cada uno.

Se vive como un juego divertido para ellos, lo disfrutan y van ganando fuerza en los dedos, estabilidad en la muñeca, independencia de los dedos participantes en la escritura (sobretodo con las pinzas), fuerza… 

Este ejercicio de pinzas presentado en este vídeo, además de trabajar la motricidad, afianza la coordinación visomotora y, en conjunto, facilita la grafomotricidad.

Día a día, trabajamos por innovar y generar actividades mediante el uso de recursos muy variados y sencillos a fin de lograr elaborar un espacio lúdico y divertido a la par que efectivo de cara al avance de nuestros escolares en el desarrollo de su motricidad y de cara a garantizar un proceso adaptado a los ritmos evolutivos para propiciar un desarrollo de la motricidad fina que permita un aprendizaje escritor apropiado.