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¿Qué es la memoria semántica?

Si quieres saber qué es la Memoria Semántica, sigue leyendo… ¡Te lo contamos todo!

¿Qué es la memoria semántica? 

En primer lugar, vamos a comenzar explicando en qué consiste la memoria semántica. Este tipo de memoria nos permite entender nuestro entorno y reflexionar sobre nuestras propias características personales. La memoria semántica contiene toda la información necesaria y relacionada con los conceptos por los cuales comprendemos el mundo que nos rodea y a nosotros mismos. 

La información almacenada en nuestra memoria semántica varía desde conceptos muy generales, formados así mismo por otros conceptos, hasta unidades de información muy básica y específica. 

Esta memoria se da de forma consciente y manera voluntaria, por ejemplo, cuando queremos acceder a un dato concreto que hemos estudiado para poder responder una pregunta de un examen.  

 

Dónde se sitúa la memoria

¿Para qué sirve la memoria semántica? 

Cierto es que todos los tipos de memoria tienen una gran importancia y están vinculados entre sí. Especialmente la memoria semántica tiene un valor más notorio, ya que gracias a ella podemos crear los conceptos que necesitamos para hacer uso del lenguaje y del pensamiento abstracto 

Por lo tanto, esta memoria se encuentra muy relacionada con la facultad para utilizar el lenguaje (un sistema de símbolos que tienen un significado abstracto desvinculado a cualquier lugar y momento determinado) y además nos permite llevar a cabo un razonamiento abstracto y lógico, que al mismo tiempo nos es útil para poder resolver problemas y crear nuevos conocimientos. 

Estos conceptos de los que hemos hablado anteriormente, se deben entender, no tanto como conceptos únicos, sino como conceptos que van componiendo el conocimiento sobre algo. Entendiéndolo como una pirámide de conceptos, en los que nos encontramos desde conceptos más básicos e imprescindibles hasta llegar a conocimientos más específicos, situados en la cúspide de la pirámide, que son menos imprescindibles y en ocasiones pueden ser ignorados. 

Ejemplos de memoria semántica 

Como ya hemos mencionado, la memoria semántica es aquella que almacena los conocimientos generales del mundo y de nosotros mismos que vamos adquiriendo durante nuestra vida, además, éstos no dependen del contexto espacial ni temporal.  

Por ejemplo, aquellos conocimientos como conocer las comunidades autónomas de nuestro país, ríos más importantes de Europa, la fecha de la II Guerra Mundial, etc. 

En un contexto más cercano a los niños y niñas en edad escolar, recordar las tablas de multiplicar, conocer los nombres de los continentes y océanos, saber el nombre de los colores en inglés, recordar las reglas de acentuación, quién y cuándo se descubrió América…podemos encontrar un sinfín de ejemplos. 

Cómo mejorar la memoria semántica

¿Cómo trabajar la memoria semántica? 

Existen gran cantidad de maneras para trabajar la memoria semántica, a continuación, se muestran algunos ejemplos muy sencillos. 

· Una manera una simple sería aquella en la que se pida clasificar elementos por categorías indicadas, como por ejemplo clasificar tipos de alimentos en fruta, verdura, carne, pescado, etc. 

· Organizar en categorías es otra manera de trabajar la memoria semántica, pidiendo que se organicen distintos elementos en categorías que son independientes. La dificultad de este ejercicio puede variar según a la persona que vaya dirigido. 

· Esta vez, se pedirá completar categorías, teniendo que encontrar otros elementos que correspondan a categorías que ya están previamente organizadas. En este ejercicio también se puede ir aumentando su dificultad. 

· Otro ejercicio para trabajar esta memoria consistiría en completar una historia. Se presentarán unas historias sin completar y pedirá completar esas historias eligiendo una opción de entre varias alternativas que se les presente. La dificultad de este ejercicio puede variar en función de la historia que se presente y las alternativas que se muestren. 

 

 · Presentar varios elementos que no tengan relación entre sí y pedir que se construyan historias sobre ellos es otra forma de mejorar la memoria semántica. La dificultad de este ejercicio puede aumentar según el tipo y número de elementos que se presenten. 

Qué dificultades puede presentar la memoria semántica

En diferentes ocasiones pueden encontrarse situaciones que hacen que la memoria en general, y en concreto, la memoria semántica, presenten dificultades o funcionen por debajo de su rendimiento habitual. Te contamos dos situaciones que pueden observarse habitualmente en escolares y otra frecuente en adultos. 

Alteraciones de la memoria semántica: 

Dentro de estas alteraciones nos podemos encontrar con varios trastornos de acceso y almacenamiento semántico. 

Las personas con demencia semántica tienen problemas para poder encontrar el significado de los conceptos, pero no tienen por qué tener problemas en utilizar esquemas. 

Personas con lesiones en la corteza prefrontal muestran dificultades para desarrollar un esquema, pero no para el significado de las palabras (al contrario del ejemplo anterior). Estas personas, por tanto, son incapaces de utilizar un esquema como, por ejemplo, ir al dentista cuando tienen un problema en la boca, o hacer la colada cuando quieren lavar la ropa, pero en cambio pueden acceder a los conceptos de las palabras. 

En la enfermedad de Alzheimer una característica típica es un fallo en la memoria episódica (en los recuerdos autobiográficos). Aun así, también se ve afectada la memoria semántica, ya que estos pacientes tienden a desarrollar trastornos en el lenguaje y en el uso de esquemas. 

Actividades para la memoria semántica

¿Cómo estimular la memoria semántica: 

A continuación te dejamos 6 actividades para estimular la Memoria Semántica. 

  • Completar frases, cuyo contenido y dificultad se adapte según las características de cada persona.  

Frases como “Las ruedas de un coche son…”, “Para saber la hora miramos un...”; “Después del verano viene el…”, “La madre de mi padre es mi…”. 

 

  • Realizar clasificaciones semánticas. 

Mostrar distintas categorías como pueden ser “animales”, “alimentos”, “medios de transporte”, etc., y enseñar distintos elementos que correspondan a cada una de estas categorías para ir clasificando cada elemento donde corresponda. 

  • Presentar una lista de definiciones sobre distintos objetos, elementos o acciones para emparejar cada definición con su concepto correspondiente. Se podrá representar cada elemento de manera escrita o bien a través de un dibujo. 

Ejemplo: “Mueble que sirve para guardar la ropa…”, “Objeto que sirve para no mojarnos cuando llueve…”, “Instrumento musical con cuerdas…” / “Armario”, “paraguas”, “guitarra”, etc

  • Plantear cuestiones muy sencillas dando a escoger la solución entre varias opcionesEjemplo: “¿Qué me puede servir para abrigarme?” y que escoja entre las opciones “abrigo, bañador, manzana”. Las opciones se pueden representarse de manera escrita, a través de alguna imagen o dibujo. 

Otra opción de realizar este ejercicio es variando el tipo de pregunta, es decir, esta vez preguntando qué cosas no pueden hacer, no servirían, no funcionarían, etc. 

Como por ejemplo cuestiones como “¿Qué no me sirve para cocinar?” cuyas opciones sean “sartén, cuchara y paraguas”. 

  • Otro ejercicio consistiría en tener que encontrar dentro de un grupo de elementos de distintas categorías semánticas los que correspondan con el grupo semántico que se pide. 

Por ejemplo, en una ficha mostramos elementos de todo tipo, como distintas frutas, verduras, varias prendas de ropa, diferentes animales, etc. Y pedimos que nos nombren aquellos que correspondan con prendas de vestir. 

  •  Un ejercicio similar al anterior sería el mostrar varios elementos que correspondan todos a una misma categoría semántica y que tengan que nombrar a qué grupo o categoría corresponden.  

Un ejemplo, mostrar: coche, avión, tren, metro, barco…. Y que tengan que averiguar su categoría, en este caso, medios de transporte. 

Artículo escrito por

Blanca Rivas Área 44 Servicios Educativos

Blanca Rivas

Maestra y Psicopedagoga - Especialista en Neuropsicología

Blanca Rivas lleva a cabo funciones de Psicopedagogía y Apoyo Escolar Especializado.