En este artículo, Celia Martín, nos cuenta las diferencias entre Atención y Estimulación Temprana.

¿Qué es la atención temprana?

La Atención temprana está dirigida a los niños con edades comprendidas entre los 0 y los 6 años, a su entorno familiar y social.  Ésta tiene como objetivo detectar e intervenir en los trastornos del desarrollo de los niños, así como prevenir el riesgo de padecerlos. La relevancia de este tipo de atención es mejorar la calidad de vida de todos los niños.

¿Qué es la estimulación precoz (temprana)?

La estimulación temprana es un conjunto de técnicas, medios y herramientas dirigidas a potenciar y estimular las capacidades de los niños desde recién nacidos hasta los 6 años, así como compensar las dificultades producidas en el desarrollo. La importancia de la estimulación en edades tempranas es aprovechar la plasticidad del cerebro en esa etapa de la infancia, ya que están más predispuestos para que se produzca el aprendizaje.

Diferencias entre Atención temprana y Estimulación temprana

Los dos conceptos definidos con anterioridad tienden a confundirse. Aunque comparten similitudes también hay diferencias entre ambos. Los dos términos van dirigidos al mismo grupo de edad (entre los 0 y a los 6 años) pero bien es cierto que la Estimulación temprana suele darse más habitualmente entre los 0 y los 3 años.

La diferencia principal entre ambas radica en que mientras la Atención temprana busca dar respuesta a los posibles trastornos en el desarrollo de los niños, la Estimulación temprana actúa  para potenciar las capacidades y destrezas en el proceso de desarrollo de éstos.  Es decir, mientras que la primera interviene cuando hay déficit en el desarrollo o riesgo de padecerlo, la segunda actúa para impulsar y promover el desarrollo global de la primera infancia.

La segunda diferencia es que mientras que la Atención temprana sólo puede hacerse en Centros de Atención Temprana con profesionales especializados en ello, la Estimulación se puede dar en el contexto familiar en distintos momentos de la rutina diaria , por ejemplo mediante el juego , sin necesidad de que sea  llevada  a cabo por un profesional. Lo que implica que los padres puedan estimular a sus hijos en sus casas trabajando todo lo relacionado con lo sensorial, ya que en edades tempranas el niño está descubriendo el mundo que le rodea a través de los sentidos mediante diferentes texturas , sabores, olores , etc.

En todo caso, si una familia desea ofrecer estimulación a sus hijos, resulta conveniente que contacten con un profesional que les asesore y pueda definir un plan a llevar a cabo desde casa. 

La tercera diferencia está relacionada con quienes son los encargados de derivar a los niños a un Centro de Atención temprana o a Estimulación temprana. Para acudir a los primeros debe ser, bien un profesional de la salud, bien el centro de educación infantil quienes detecten las necesidades y deriven a los menores.  Sin embargo la Estimulación temprana no requiere de profesionales que deriven a los niños, pueden ser los propios progenitores los que decidan introducir  a sus hijos a un programa de Estimulación temprana.

Artículo escrito por

Celia Martín es Pedagoga y desarrolla tareas de Reeducación Pedagógica y Apoyo Escolar.

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