En este artículo, Carla Cortés nos cuenta todos los aspectos que debes conocer sobre la gestión emocional en el aula de infantil.

¿Qué es la gestión emocional?

A lo largo del tiempo, el concepto de inteligencia emocional ha ido evolucionando gracias al aumento de las investigaciones en este campo.

Antiguamente se centraba en la esfera cognitiva, sin embargo, en la actualidad la inteligencia emocional engloba el desarrollo integral de una persona, reforzando la esfera emocional.

Es por ello que podemos entender la gestión emocional como la capacidad que presenta una persona para identificar las emociones y saber ajustarlas a nuestra estabilidad mental.

Dentro de la inteligencia emocional podemos encontrar las siguientes competencias: el autoconocimiento, el autocontrol, la automotivación, la empatía y la comunicación.

¿Por qué es importante trabajar las emociones en el aula

La inteligencia y la educación emocional favorece el bienestar de una persona, permitiendo que se mejore la relación con los demás, por lo que, trabajar la gestión emocional en edades tempranas es fundamental para favorecer el desarrollo integral de los más pequeños.

Es necesario que el alumnado aprenda a pensar antes de actuar y sepa identificar todos los estados emocionales por lo que puede pasar sin dejarse llevar por ellos. Esto les permitirá adaptarse a todas las situaciones que vayan atravesando en la vida y se consigue educando en las emociones desde pequeños.

Además, trabajar las emociones en el aula potencia la motivación, mejora la autonomía, aumenta la responsabilidad del alumnado y favorece su desarrollo intelectual.

Por otro lado, se pueden destacar otros beneficios:

  • Conocerse a sí mismo: conocer sus habilidades, sus puntos fuertes y débiles, etc.

  • Trabajo en equipo y toma de decisiones.

  • Ser empáticos: aumentando su capacidad para ponerse en el lugar de los otros.

  • Resolución de conflictos: es importante que desde pequeños aprendan a tener conciencia de las diferentes situaciones de conflictos y comiencen a comunicarse entre sus iguales para resolverlos de manera eficaz.

Técnicas de gestión emocional infantil

  • Técnicas de relajación.

  1. El globo: sirve para momentos de enfado. Se trata de imaginar que son globos y deberán hincharse y después soltar el aire poco a poco.

  2. El semáforo: entender los colores del semáforo para reflejarlos en una situación de enfado siguiendo los siguientes pasos:

    – Rojo: momento de enfadado.

    – Amarillo: momento de reflexión y buscar soluciones.

    – Verde: momento para tranquilizarse.
  • Zona de la calma: establecer en el aula un lugar tranquilo donde el alumnado se sienta seguro. Puede haber materiales que ayude al alumnado tranquilizarse en momentos de enfado.
  • Cuentos: lecturas que aborden la identificación de emociones y de situaciones que provoquen estas.
  • Música: uso de músicas que inspiren diversas emociones con las que poder expresar diferentes sentimientos.

  • Panel de las emociones: se presenta en el aula un panel con diferentes emociones y cada alumno/a tendrá un avatar propio que podrá colocar en una emoción o en otra. Esta actividad permite el alumnado identificar sus propias emociones, a la vez que el resto es consciente de cómo se encuentra la otra persona, permitiendo trabajar la comprensión y la empatía.

Artículo escrito por

Carla Cortés Área 44

Carla Cortés

PEDAGOGA Y PSICOPEDAGOGA

Carla Cortés es Pedagoga y Psicopedagoga y realiza tareas de Intervención Psicopedagógica en Área 44