En esta entrada, Celia Martín, nos ofrece una visión global acerca de la importancia de la intervención en Bebés Prematuros y Atención Temprana.

Bebés prematuros

Los bebés se consideran prematuros cuando nacen antes de que se haya cumplido la semana 37 de embarazo. La prematuridad se distingue en tres tipos según la edad de gestación: prematuros extremos, muy prematuros y prematuros moderados.

Los prematuros extremos son los que nacen antes de las 28 semanas. Los muy prematuros nacen desde la semana 28 a la 32. Por último, los moderados van desde la semana 32 hasta la 37.

Bebés prematuros y Atención Temprana

Los niños que nacen de manera prematura no han llevado a cabo el proceso de madurez completo de manera natural dentro del útero materno, por ello, van a necesitar atención de los profesionales para estimular y atender a todos los procesos del desarrollo.

Estos profesionales son tanto del ámbito sanitario como educativo. En este último entra en juego el Programa de Atención Temprana.

Como veremos en el siguiente epígrafe la atención temprana cuenta con un papel muy importante en relación a los bebés prematuros.

¿Por qué es importante la atención temprana en los bebés prematuros?

La atención temprana tiene como finalidad detectar e intervenir en los trastornos de desarrollo de los menores con edades entre 0 y 6 años. Por eso es necesaria para los bebés prematuros debido a que éstos no han alcanzado su desarrollo por haber nacido antes del tiempo estimado. Es decir un bebe nacido a término al haber finalizado el ciclo gestacional, ha completado todos los procesos necesarios del desarrollo, algo que, como es lógico por el carácter temporal, no ha podido realizarse de forma completa e íntegra en el bebé pretérmino.

Para prevenir que estos factoeres produzcan alteraciones en el desarrollo del niño, en cualquiera de los diferentes momentos evolutivos, es imprescindible actuar lo más tempranamente posible, ya que  cuanto antes se empiecen a fomentar y estimular las diferentes áreas, más garantías preventivas estarán presentes. Gracias a la enorme plasticidad del cerebro en los primeros años, podemos intervenir y ofrecer una estimulación apropiada y útil que le permita una estimulación apropiada. 

Esta plasticidad, con el paso del tiempo, va perdiéndose, siendo cada vez más complejo trabajar en la estimulación de determinadas áreas y facetas del desarrollo. 

Artículo escrito por

Celia Martín Área 44

Celia Martín

Pedagoga

Celia Martín es Pedagoga y desarrolla tareas de Reeducación Pedagógica y Apoyo Escolar.