Según datos de la Comunidad de Madrid, existe un 90% de niños no identificados como estudiantes con altas capacidades.

¿Cómo son los Niños con Altas Capacidades?

Los niños con altas capacidades destacan sobre su grupo normativo, es decir, sobresalen en varios aspectos con respecto al grupo de niños de su edad y curso escolar. En esta página vamos a dar respuesta a la pregunta ¿Cómo son los niños con Altas Capacidades?

Los niños con altas capacidades necesitan de ciertas adaptaciones en su curriculum formativo, es decir, en la enseñanza que llevan a cabo en el Colegio, ya que los programas convencionales no tienen en cuenta, por lo general, su excepcionalidad y sus ritmos de aprendizaje. Para hablar de niños con altas capacidades y poder detectar estas necesidades, es necesario realizar una evaluación de altas capacidades.

Características de niños con Altas Capacidades

Aunque no todos los niños con Altas Capacidades son iguales. 
  • Destaca su capacidad de observación y de curiosidad, siendo posible que obtengan y verbalicen conclusiones o realicen preguntas poco habituales a su edad. 
  • Son autónomos en sus aprendizajes desde pequeños, por lo que es habitual que comiencen a desarrollar algún tipo de habilidad específica (escribir, leer, tocar algún instrumento musical, etc) de forma previa a sus compañeros, siendo capaces de transferir lo aprendido en un campo a otro.  
  • Es habitual que temas con cierta trascendencia y propios del mundo de los adultos (temas relacionados con la Religión, muerte, vida, Universo, el por qué y para qué de muchas cosas relativamente poco concretas) aparezcan de forma prematura con respecto a otros niños de su misma edad y curso.
  • Inicio del lenguaje precoz. Es habitual que entre los 12 y los 18 meses comiencen a mostrar un vocabulario extraordinariamente elevado para su edad y, a su vez, comiencen a mantener largas conversaciones propias de niños de edades más avanzadas.
  •  A nivel artístico pueden mostrar una gran creatividad y riqueza
  • Cuando se encuentran motivados hacia una tarea, o un tema en concreto les despierta mucho interés, mostrarán una capacidad de concentración muy alta
  • Es posible que se resistan a normas, instrucciones o reglas que otros le impongan si no las comprende, no las comparte o no les encuentra sentido. Este es uno de los motivos por lo que estos escolares muchas veces son encasillados como niños conflictivos o con problemas de conducta.
  • En ciertas ocasiones, y sumados al punto inmediatamente anterior, es probable que rechacen la autoridad de aquellas personas que han tratado de imponerse ante ellos sin argumentación, o sin razón. Nuevamente este aspecto les encasilla en muchas ocasiones dentro de ese grupo de escolares desobedientes o conflictivos, pese a que realmente no tienen nada que ver. 
  • Disincronía. Desarrollamos una entrada específica sobre este tema, porque es realmente amplio, pero de forma resumida, sirve para hacer referencia a la diferencia existente entre la edad cronológica, desarrollo cognitivo y desarrollo afectivo y emocional. Este aspecto les genera a los escolares con Altas capacidades una gran sensación de frustración, malestar y desadaptación, pues les va a generar reacciones que pueden observarse como desadaptadas.
  • Es fácil que generen un elevado grado de frustración ante la ausencia de éxito, rechazo de compañeros y ante cualquier situación en la que sus expectativas no sean satisfechas de la forma en la que considera que deberían haberlo sido. 

¿A qué nos referimos al hablar de niños con altas capacidades?

Existe una concepción muy generalizada, a la par que antigua y obsoleta acerca de los niños con altas capacidades. Para una gran parte de la población se trata de niños inteligentes, muy inteligentes, de los que se espera que actúen como si fueran Enstein constantemente. Nada más lejos de la realidad. 

Los niños con altas capacidades pueden destacar en diferentes campos y no siempre sobresaldrán en matemáticas o materias de ciencias, no. Puede que destaquen a nivel artístico, musical, verbal, emocional, social… 

Sí es cierto que es fundamental fijar un Cociente Intelectual por encima de 120 (aunque últimamente se empieza a tender al 135 como valor de referencia). Finalmente, nos será de gran utilidad ver el percentil que ocupan para decantarnos por un tipo de alta capacidad y otro. 

 

Además, del cociente intelectual, debemos valorar otras muchas situaciones que te contamos en esta entrada en la que hablamos de la  evaluación de altas capacidades.

¿Son iguales todos los niños con altas capacidades?

La Dirección General de Ordenación Educativa indicó en 2013 una cierta diferenciación entre niños con altas capacidades:

A. Sobredotación y superdotación intelectual: la sobredotación intelectual hace referencia a las características personales del alumnado que dispone de un nivel elevado (por encima del centil 75) de recursos en capacidades cognitivas y aptitudes intelectuales como razonamiento lógico, gestión perceptual, gestión de memoria, razonamiento verbal, razonamiento matemático y aptitud espacial. Para considerar superdotado a un alumno o a una alumna se requiere, además, que el perfil aptitudinal anterior vaya acompañado de una alta creatividad (por encima del centil 75).

B. Talento simple: el alumnado talentoso simple muestra una elevada aptitud o competencia en un ámbito específico, como el verbal, matemático, lógico o creativo, entre otros. Para ello es necesario que se encuentre por encima del centil 95 en razonamiento verbal, razonamiento matemático, razonamiento lógico o creatividad, respectivamente.

C. Talentos complejos: cuando existe la combinación de determinadas aptitudes específicas en niveles elevados, como en el caso del talento académico, que se presenta al combinarse la aptitud verbal, la aptitud lógica y la gestión de la memoria, todas ellas por encima del centil 85, o el talento artístico.

D. Precocidad: cuando un alumno o una alumna, en edades inferiores a los 12 o 13 años, presenta las características mencionadas anteriormente para la sobredotación o superdotación intelectual, el talento simple, académico o artístico se identifica como precoz, pudiendo confirmarse o no tales características una vez que se consolide la maduración de su capacidad intelectual, en torno a la edad mencionada.